jueves, 22 de julio de 2010

¡Feliz día AMIGOS!

Después de muchos días de disaparición vuelvo a presentarme para mandarles algo.
Estarán esperando solo críticas y malos comentarios acerca del equipo que estaba segundo, peleando el ascenso y ahora tiene chances de descender después de 5 (cinco) derrotas consecutivas.
Pero se equivocan muchachos... Mucho más importante que los resultados deportivos, son otros valores, como la amistad que identifica al grupo. Así que sin extenderme mucho más, les dejo algo que me pareció muy interesante para compartir con ustedes en este día.



Instrucciones para elegir, “en un picado” de fútbol
Autor: Alejandro Dolina

Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo, se reúnen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quiénes integrarán los dos bandos. Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternadamente a cada uno de sus compañeros. Se supone que los más diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos. Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida: sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo. A lo largo de los años, muchos futbolistas advierten su decadencia, conforme su elección sea cada vez más demorada. Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían... ciertas cualidades. Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba, era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía siempre a los que estaban más cerca de su corazón, aunque no fueran los más capaces. El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico: uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.


Espero que de acá en adelante se rompan el alma por el amigo que tienen al lado y saquen al equipo adelante de esta situación en la que nadie disfruta estar.
Un abrazo grande para cada uno y feliz día del amigo.